Cada vez que nos reunimos con los novios para
planificar una boda hacemos una lista de detalles que no pueden faltar, dicha
lista varia según el gusto, las costumbres y las posibilidades de cada pareja.
Pero hay algo que sin duda no puede faltar en cada celebración y es el Pastel
de Boda o la Torta de los Novios, cualquier que sea su nombre siempre está
presente adornando con su belleza y estilo el lugar. La cultura occidental moderna,
utiliza una torta por lo general de varios pisos, decorada con glaseado y
en la cima se colocan pequeñas figuras que representan a la pareja, hay quienes
utilizan motivos como palomas blancas, las alianzas doradas y las herraduras
(éstas últimas simbolizan la buena suerte). Actualmente las tendencias van
cambiando y algunos novios prefieren hacer torres con cupcakes en
sustitución del pastel.
Pero ¿De donde viene la tradición?, ¿A qué se debe dicha costumbre? ¿Desde hace cuanto tiempo el Pastel de Bodas es un icono para la celebración? fueron preguntas que nos formuló recientemente una novia... He aquí la respuesta: Lo tradicional es que al final de la fiesta los novios piquen juntos el primer trozo de torta. Una antigua tradición establecía que la novia debía servir la torta a la familia del novio, como símbolo de su dedicación a la nueva familia. También se practica que el primer trozo de pastel sea comido entre los novios donde la novia le da de comer al novio y viceversa, este acto simboliza la sustitución de la hasta entonces unión padre-hijo en favor de la unidad familiar que acaba de crearse. Una antigua tradición sostenía que si una dama de honor dormía con un pedazo de la tarta debajo de la almohada, podía ser que soñara con su futuro marido.Cuando la torta es de varios pisos, la torta de la cima es guardada por los novios y congelada durante un año, para ser comida por los esposos en su Primer Aniversario.
Historia: (Wikipedia)El pastel de boda forma parte de la ceremonia nupcial desde tiempos medievales. Al principio estaban hechos a base de harina, uno de los símbolos de fertilidad y prosperidad. Hace unos 1900 años, los romanos empezaron a coger harina y sal, obteniendo con esto pequeños pasteles. Durante la ceremonia el novio comía una parte de este pastel y después él rompía lo que quedaba encima de la novia. Esto era símbolo de buena fortuna y bendición. Los invitados procuraban obtener algunos de los trocitos porque creían que con esto compartirían la prosperidad de la futura pareja. Esta fortuna no solo era para la pareja, sino también para los hijos que nacieran de esta relación.
Con el aumento de tamaño del pastel y la modernización de los pasteles se hizo imposible continuar con este ritual. Esto genero la desaparición de la tradición. Aunque hay documentos que confirman que en Escocia, durante el siglo XIX, todavía se rompían pasteles de avena sobre la cabeza de la novia. En el siglo XVII, el pastel nupcial se convirtió en un plato popular en las bodas, llamado el pastel de novias. Consistía en un pastel de carne picada, muchas veces de cordero, decorado con migas de pan dulce. Como a “ingrediente” principal tenía un anillo de cristal. Se decía que la joven que encontrará ese anillo seria la próxima casadera. Estos pasteles no tuvieron una repercusión mundial, pero hay testigos que ocupan un sitio importante en la mesa principal de algunas ceremonias.
A partir del siglo XIX, el pastel de boda se hizo realmente popular y la utilización del pastel de novias desapareció, conservando todavía la tradición del anillo. Enseguida los pasteles se empezaron a elaborar con trozos de pasas o cerezas, solas o acompañadas, y algunas variaciones. Existía la extraña tradición de dormir con una porción debajo del cojín, esta tradición venia del siglo XVII, y probablemente formaba parte de la tradición de dar el pastel como detalle. La tradición decía que las chicas que pusieran una porción de pastel debajo de la cama soñarían con su futuro marido.
Muchas personas manejan hasta nuestros días que un pastel de bodas debe ser de color blanco. El motivo es que el blanco es sinónimo de pureza. Anteriormente, los ingredientes que se utilizaban para hacer que el pastel de boda fuera blanco eran difíciles de conseguir, se necesitaba azúcar refinada lo más fino posible, esto hacía que sólo las familias más ricas pudieran comprarla. A raíz de esto, el pastel de color blanco, paso a representar un símbolo de riqueza en esos tiempos. Cortar el pastel de bodas representa, simbólicamente, la primera labor que los novios han de hacer conjuntamente. Esta es una de las tradiciones que más han perdurado a lo largo de los tiempos. El primer trozo de pastel se corta para la novia con la ayuda del novio. Al principio esta labor era sólo para la novia, era ella quien cortaba el pastel para compartirlo con los invitados. La distribución de las porciones es una parte de esa antigua tradición del Imperio romano donde los invitados se peleaban unas migas del pastel.
Después de cortar el pastel, la pareja se invita mutuamente a comer un trocito, esto proporciona un simbolismo de compromiso mutuo de los novios de proveerse el uno con el otro.
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